El fin

Noto el viento tocar mi rostro, yo con los ojos cerrados en la cima de un precipicio, y escucho, escucho hablar al mar, escucho los susurros del viento...
La hierba me hace cosquillas en mís pies desnudos...
Me siento en paz, me siento en casa. La felicidad es difícil de encontrar pero cada uno a de buscar un pequeño rincón propio en el que se es feliz...
Yo donde esté, no importa donde... cierro los ojos y llego a este precipicio mío donde si abro los ojos, la vista se pierde en el horizonte, es un lugar donde todo está en paz... y no importará nunca cuanto permanezcas allí, porqué nadie te quitará ese lugar, porque es solamente tuyo...
Pero te preguntas, ¿Este lugar desaparecerá en cuanto yo ya no esté? La respuesta es no, nunca desaparecerá, porque uno nunca deja de existir... solo cambia pero siempre en el fondo será la misma persona, por eso esto no morirá...
El día en que yo comience a dejar de estar aquí... cerraré mis ojos y volaré hasta mí lugar, cerraré los ojos allá en mi verdadero hogar, sentiré al mar hablarme y al viento susurrarme como tantas veces sentí, pediría que el viento me arropase en su manto invisible, y que el mar me acogiera en su tranquilizadora morada... para descansar, por fin descansar hasta que vuelva a regresar.
Esto lo acabo sonriendo, estoy en paz después de tanto...